jueves, 17 de enero de 2008

0-1. El espiritu...de Eindhoven




Saludos a la blogosfera. Prefiero escribir en frío. En caliente, mi tolerancia a la frustración es 0,0. Ayer era uno de esos días que la pelotita no quería entrar aunque nos concedieran dos prórrogas. Y no habría más que hablar. Se jugó bien, se crearon oportunidades, algunos recordaron cómo se puede jugar al fútbol (me gustaron Drenthe y Gago, dos apuestas personales que hasta ahora me tenían avergonzado y espero que no sean flor de un día), etc, etc, etc pero la verdad es que nos vamos a casita y creo que no por el partido de ayer, sino por el de Son Moix. Allí jugamos con la sensación de ser mejores y que con eso valía y nos mojaron la oreja y no nos remataron por la pésima labor arbitral y un pelín de suerte.

Esa suerte nos faltó ayer y antes de que mi buen amigo, el zorro segoviano, me lo recordara mi cabeza se estaba yendo unos añitos atrás. En concreto veinte. Veinte años no es nada, que dice la canción, y la verdad es esa, pues recuerdo como si fuera ayer la eliminación del Real Madrid en Copa de Europa a manos del PSV Eindhoven. No recuerdo, hasta ayer, un partido como el del Phillips Stadium en cuanto a buen juego y oportunidades marradas. Aquel día Butragueño, Hugo Sánchez, Michel, Jankovic, Martín Vázquez, un cuarto de hora de Santillana, todos, se tropezaron con la mala suerte y con el bueno de Van Breuckelen no lo olvidemos.

Ese aire de impotencia lo he sentido hoy sobrevolando el Bernabeu. La manos incorruptas de Van Breuckelen fueron utilizadas ayer por Moyá y nos vamos a casa eliminados como aquel 20 de abril de 1988, con la sensación de que lo habíamos hecho todo, excepto marcar... y jugar los dos partidos igual de bien. En Mallorca tiramos esta eliminatoria, como hace veinte años lo hicimos en el Bernabeu con ese absurdo gol de Linsken que superó a Buyo entre sus piernas y empató a uno. Entonces parecíamos inmortales por eliminar a Napoles, Oporto y Bayern y ahora nos sentíamos superiores quizás por nuestra trayectoria liguera.

Es hora de no mirar atrás. Para eso esta este blog. Ahora hay que lamerse las heridas brevemente, aprender de los errores, no leer demasiado la prensa con la previsible perdida de tréboles y asaltar el Calderón para seguir firmes en la Liga. Y lo siguiente la Champions.

La Copa está claro que no supone para el Madrid mas que el Trofeo Ramón de Carranza, por poner un ejemplo. El próximo ejercicio llevaremos 16 años sin ganarla. Suma y sigue

2 comentarios:

Andrés Romero dijo...

Ay, amigo, ay, La Quinta de mis amores, qué oportunidad perdida ante los Lerby (qué bueno era el danés), Koeman, Vannenvurg, Gerets... Dicen que Míchel lloraba en el vestuario del Phillips Stadium como un niño... como yo, porque yo, con 8 años en mi agenda de efemérides, niño era y lloraba a la vez en mi casa sin consuelo alguno. Nunca olvidaré la chilena de Hugo Sánchez a un metro y medio escaso de Van Breukelen en el tempo de descuento. Nos condenó el empate a 1 de la ida.

Como ayer nos condenó el sesteo del Ono Estadi, la prepotencia de que aquí resolveríamos. Pues no.

Gago también es una apuesta personal, no así Drenthe. Hubiera preferido quedarme con Reyes.


Un abrazo, vamos a ganarle al Atlético, Joder!!

Dani Jerez dijo...

No puedo hacer otra cosa mas que suscribir tus palabras plenamente. No se ha perdido por el partido de ayer, sino por el de Son Moix (me niego a llamarlo ONO estadi, me parece horroroso).

Me gustó Drenthe pero si no tiene minutos no va a progresar, yo creo que debería irse cedido al temporada proxima a un equipo donde sea titular para poder foguearse. Gago me gustó también e incluso Higuaín, a pesar de que falló ocasiones. Yo a un Higuín lo reconvertiría a extremo sin dudarlo porque tiene muy buenas condiciones pero le falta gol para ser delantero centro.

Un saludo de http://cibermadridista.blogspot.com