
El que suscribe y sus compañeros blogueros somos madridistas, y es una suerte, sí, porque a todos nos gusta ganar, y lo de ganar se les da de maravilla a los blancos. Cada dos, tres años, a veces cada año, cae un título que suma y suma en nuestro palmarés. Es una suerte porque bajo nuestro escudo siempre hay un crack, porque tenemos un estadio enorme e imponente, porque "el Real" atemoriza y admira por igual a todos los hinchas de Europa, porque nadie quiere vernos salir del bombo junto a su equipo pero todos quieren jugar una final contra él.
Hace unos cuantos años (Marzo del 2.000) estábamos el dueño del blog y yo viendo por la tele como el Madrí sufría de lo lindo en Trondheim para pasar a cuartos de final de Champions. El Rosenborg nos estaba dando una tunda de cuidado aunque un gol de Raúl en el minuto 3 nos daba el dominio en el marcador. Aquel día, un tal Carew tiró más de diez veces a puerta y en cada una de ellas todos los merengues del bar sentíamos el corazón a punto de salir a través del escudo. En una mesa junto a la nuestra había dos tipos que miraban tranquilos la tele. Tomando sus cervezas, entre sorbo y sorbo, oí comentar a uno de ellos mientras nos miraba de reojo "Mírales, si son como nosotros, sufren como nosotros". Su compañero, otro atlético como habréis podido adivinar, sentenció "No, no lo son, estos al final ganan".
Y del partido del Sevilla, pues qué decir; que a pesar de haberme comido tantos bodrios esta temporada, vamos a ganar esta Liga y que es una suerte ser del Real Madrid.