Sigmund Freud, padre del psicoanálisis, asombró un día al mundo (y aún sigue asombrando) al desarrollar la teoría del Complejo de Edipo, ese por el cual deseas matar a tu padre porque éste te tocó lo que tú más querías, a tu madre. Realizando un símil futbolístico y de actualidad nos encontramos con el Complejo de Valderrama, ese por el cual deseas matar a Michel porque te tocó los… humos. Ese que hoy siente Calderón.
Porque Michel le ha tocado, y bien, los humos a Calderón. Le ha tocado su altivez. Su orgullo. Un día antes de que se cumpliera el vigésimo quinto aniversario de la mejor generación de futbolistas criados en las categorías inferiores del club, Michel, integrante de la misma, santo y seña del madridismo, reciente director de La Fábrica, abogado y defensor de la cantera, dimite y abre la Caja de Pandora.
Muchos creíamos que cuando explicara su decisión alegaría unos simples, típicos y evasivos motivos personales. Nada más lejos de la realidad. Primero, declaraciones a la Agencia EFE, luego entrevista en la Cadena Ser. Ahora es turno de que hable el socio madridista. Él, el socio, las debe interpretar, y debe decidir:
“Me duele que (Calderón) nunca se haya preocupado por la cantera”.
“Me he hartado del presidente”.
“Le silueteamos (a Calderón) para que apareciera en las fotos de la Cantera”.
"Pedja ha defendido mi trabajo".
"El presidente viene con un niño y su madre para inscribirlo".
"Querían meterlo (al niño) por la importancia del abuelo".
"No creo que Negredo no pudiera meter sus 17 goles en el Real Madrid como en el Almería".
"Sólo hay que darles oportunidades".
"De la Red se tuvo que ir al Getafe para jugar la Eurocopa".
"La marcha de Mata obedece a cuestiones de contrato".
"Portugal no vino para ser secretario técnico".
"Mijatovic sabe que yo soy un tío leal".
"El presidente si ve fantasmas en eso (en mi dimisión) es que está ciego".
"Ramón Calderón no tiene los enemigos en frente, de verdad, los tiene a los laditos (Gaspar Rosety, Miguel Ángel Arroyo, José Ángel Sánchez)".
"He hablado tres veces con él (con Calderón)".
"No se entera, no sabe, no se informa (Ramón Calderón)".
"No voté a Ramón Calderón".
"Lo que más me hace desconfiar de él (de Ramón Calderón) es su inestabilidad, su desconocimiento, su verborrea, su impaciencia".
Resulta irónico. Calderón se ha cargado muchos canteranos, y un canterano es el que finalmente se carga a Calderón. Atentos al domingo. Yo estaré de resaca. Contádmelo vosotros.